American Noir

En semana santa tengo como objetivo leer y disfrutar de unas cuantas cosas, películas que no he tenido el tiempo para echarle el ojo y de estudiar (que es indispensable en esta época). Y entre mi lectura, que no es ni religiosa o espiritual, me encontré con una maravilla del genero Noir. La palabra «noir» pertenece del francés, que significa negro; está asociado con el Cine Negro, un género cinematográfico, y la Novela Negra, un genero literario. Ambas se parecen, y es que las historias se involucran en tanto con el crimen, la violencia, la muerte, el misterio; pero la diferencias entre ellas es grande. Porque si el cine negro lo ilustra en un ambiente pésimo, donde el protagonista es el héroe que tambalea en ambos lados de la justicia, en la novela negra los protagonistas son seres que no tienen escrúpulos, criminales que ríen al final y terminan en misterios que es mejor no saber.

American Noir portadaEn eso, American Noir, es un librazo. La recopilación de las mejores historias del género entre sus inicios hasta el 2000. Historias que pasan por la venganza, el crimen organizado, el amor, la traición, la envidia. Toda una variedad de temas que se convierten en un mar de emociones, tanto positivos como negativos para el lector. Eso sí, no hay un final feliz, y si lo hay es porque resulta ser incierto. Otra cosa a favor es el desarrollo de las historias no es tan predecible como parece, y hay un cierto elemento que cambia todo para que el lector termine preguntándose: ¿Qué acabo de leer aquí?

¿Me ha gustado? Pues claro, eso sí, con mucho cuidado. Las historias son tan maquiavélicas, tan intensas, que no puedes parrar de leer hasta el final (es como hacer el amor, no puedes parar en la mitad del polvo porque sí). Saben, aquí sus nervios se pondrán a prueba. Yo sentí que no podía detenerme aun cuando la situación estaba mal. Mi corazón se retorcía con los primeros cuentos, me hablé a mí mismo si era cierto lo que leí y le grité al personaje que no lo hiciera, pero al final sucedió. Y resulta que debo de ir al psicólogo porque hay unas cuantas reglas que velan por nuestra sanidad mental. Una de ellas era que si  reías o  encontrabas algo cómico, era porque tenías un trastorno mental. (I’m so messed up?)

Lo que no me gustó fue la última historia que ya deja una mala impresión de mi país (estereotipos everywhere), pero bien, de todo hay un poco en el mundo. Y algo que tampoco me gusto era que muchos de los relatos terminaran sin mucha explicación, como si la conclusión final la tuviera el lector. Pero creo que ese detalle le da un poco de misterio a la trama, como la historia de terror más corta del mundo, Knock. Más allá de lo que termina el cuento, nuestra mente sigue indagando en la respuesta.

Cuento Knock

Por cierto, el libro lo encontré por casualidad en la biblioteca de mi ciudad. Porque tenía ganas de leer algo de misterio detectivesco como los relatos de Ranpo Edogawa. Aunque no lo encontré, pero descubrí este libro que al final me llevé. Creo que ahora tengo ganas de volver a ver la serie animada, deba terminarme de leer los otros libros que tengo, ¿quién sabe? Pero algo tengo seguro y es que esta obra debería de estar en mi propia biblioteca algún día.

¡Hasta  la próxima!

 Atentamente, V.

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