Estas en esos días que la boca te sabe mal. Ha pasado ya la tercera semana en la universidad y sientes que vas a perder el semestre ¿? No lo sé, son ideas locas que me surgen. Sé que no voy a perderlo, pero he estado en un estado muy pésimo. Ahh quiero beber y ahogar mis penas.
Bien, mientras espero que me traigan una (porque el estoy enviando señales telepáticas, si es que puedo hacerlo, a mi hermana), les contare una pequeña anécdota. Ahora escuchen bien mis tesoros, los libros son conocimientos que te pueden transportar a las más remota fantasía o abrirte campo a nuevas creencias. Yo me quedo con el primero, pero es curioso las cosas que uno termina leyendo. Seguir leyendo ¿Tag? – ¿Qué libros esconden las bibliotecas?→
¡Qué honrado estoy por ser nominado al respetable Black Wolf Blogger Award!
Le quiero dar las gracias a Mishusina, reina de los confines de “la madriguera de Mishusina” (y si no la conocías, que diablos esperas), por nominar a esta bella persona (no sé porque me imagine a Marilyn Manson cantando en el fondo). Además que es la perfecta oportunidad de conocerme un poquito más a fondo, y a los otros nominados: Herreiere, Sho-Shikibu, Bleyath, Wanda (en serio, que esperan).
Además me disculpo por lo demorado que fui al publicar esta entrada, ya empecé un nuevo semestre y todos los profesores me mandaron cosas por hacer. Para el final daré un pequeño (como aburridor y cotidiano) discurso para el futuro del blog. así que prosigamos.
¿Cuál fue el primer libro que leíste?
Carl Spitzweg – The bookworm
Vaya, que incómodo. Mi casa es una de esas bibliotecas que nunca sabrás que encontraras allí, pero de niño si sabía para que servían. Exactos, los cogía y los lanzaba por los aires (un pasado que no me enorgullece). Pero bueno, creo que los primeros libros que leí (rompí) fueron los de las colección biblioteca encantada; una recopilación de las historias de los hermanos Grimm y otros autores.
Ahora que vuelvo a leer uno de sus cuentos, lo disfrute más que cuando era niño (y adolecente). Puede ser que mis padres no me inculcaran ese hábito de lectura que desarrolle mucho después, pero la intención es lo que vale.
Ahora si se preguntan cuál fue el primer libro que leí por pura convicción mía, fue “soy el número cuatro” de Pittacus Lore (el seudónimo de un par de locos). Aunque no leí los otros libros del autor (ni lo pienso hacer), me pareció muy buena la historia. Creo que lo leí como tres veces antes de embarcarme en otra clase de literatura (en ese tiempo quería ser todo un erudito y en algo funciono).
¿Por qué escribes?
Buena pregunta. Me parece igual al hablar, es fundamental; aunque hay cositas que no puedo decir sino para algunos. (¿Te imaginas si las rectoras del colegio leyeran el cuento que escribí para ese concurso en Bogotá? Me crucifican, o lo más probable ellas me terminen sacando de allá.) Escribir es relajante y deja fluir mi corrupta (algunos dicen degenerada) mente libre. A veces me divierto tanto creando una historia, que suelo caminar alrededor de mi casa pensando: ¿qué va suceder después?, ¿con qué palabras lo digo?, y más. Es todo un ritual, diría yo.
Pero también escribo para que la gente disfrutara de mis historias. Se los muestro a alguien de muchísima confianza y me entretengo viendo sus expresiones faciales, sus comentarios, que le pareció, bla, bla, bla… Y en ese largo recorrido me preocupo por las reglas gramaticales, los puntos, comas… y si no lo hiciera, sería una grosería al intelecto del lector. Como dicen los grandes maestros (Stephen King, Ray Bradbury entre otros), “escribir es un placer que muchos otros no comprenden”.
¿Tienes musa o inspiración?
La música. Suelo imaginarme cosas muy locas cuando escucho una canción de “X” tipo. Es algo curioso cómo mi mente reproduce una anécdota, que se puede convertir en una buena historia, a través de algún otro estímulo auditivo. Como por ejemplo “Etude op. 25 No. 12” de Chopin, cuando lo estaba escuchando, me imagine sobre la superficie de un vasto océano y un par de gigantescas olas me lanzaron a las endemoniadas profundidades del abismo, y poco después lo publique por acá.
Rough seas off New Zealand
¿Escribes lo que vives o vives lo que escribes?
Un poco de ambas, pero a veces escribo de lo que no deseo presenciar.
La pregunta me fue muy poco confusa.
Ahora solo me falta nominar a Alguien pero eso se lo dejare a quien pueda hacerlo (espero que me perdonen este pecado). Ya la mayoría debió de ser nominado y en estos momentos no creo que alguien sea capaz de hacerlo si está en la universidad como yo (triste y bella vida).
¡La excusa!
Para finalizar, tengo algo importante para comentar. Como pueden ver en la imagen, la situación actual con mi tiempo libre y mi semestre (iba a decir universidad, pero creo que este periodo va a ser temporal). Tengo unos trabajos que hacer y también tengo que replantear mi problema de investigación para hacerlo más fácil de manejar (porque solo hay un integrante en mi grupo), además espero que no me hagan buscar otro equipo porque eso si será un infierno (digamos que me conviene trabajar solo, aunque será un golpe colateral si trabajo individual o no). Está vez espero tener un buen promedio y terminar con éxito mis metas para este semestre.
Esta semana me pareció tan corta, el lunes conocí mi profesor de Prácticas que me sacará las tripas y la creatividad para convertirme en un mejor profesor. Son esa clase de profesor que exigen con un “religioso” el diezmo, pero al final de semestre dirás que habrá valido la pena. También sucede lo mismo con mis profesores de inglés y francés que no tienen la menor pizca de misericordia en esos exámenes. Los días que decía “voy a ver con un profesor exigente y los otros serán relajados” acabaron. Y eso que no he visto todavía a mi profesor/a de proyecto y alemán porque ayer fue festivo… Sí, esto es una de mis escusas para disculparme si llegará a no publicar tan a menudo en mi blog. Pueda que esté repasando, sumergido en la procrastinación o leyendo un libro de la biblioteca de mi universidad (hablaré de eso un día de estos).
Por ahora lo que me trae acá es la recomendación de un libro y autor que no te dirá cosas bonitas ni poesía, ya que su fuerte es el periodismo y la documentación en Latinoamérica y muchas partes del mundo. Partas arriba: la escuela del mundo al revés por Eduardo Galeano es la crónica de un mundo que piensa de cabeza. Dónde se honrado y trabajador es sinónimo de luchar para no caer en la pobreza, y cuando eres rico buscas hacer que los pobres sean más pobres. Cuando la privilegiada vida de los niños ricos es quemar vagabundos, y cuando los grupos criminales deciden limpiar las calles de los indeseables vagabundos, prostitutas, homosexuales y demás son el pan de cada día. Seguir leyendo Cuando los muertos se alegran de no estar vivos.→
Vaya retraso. Mi excusa es la siguiente: Ayer la hice en una hoja para dibujar, pero me quedo feo. Cuando le tome una foto esta se veía toda rara, y el escáner no estaba en sus días
¿Quieres sacar una impresión?, pues espera a que me dé la gana de sacártelo bien.
– Att: La Impresora
Hoy me pasó algo chistoso, lo hice en unas hojas de mi cuaderno de prácticas. Me quedo decente y todo pero el malditocorreo estaba de chistosito. Le tome unas fotos y decidí auto enviármelo. El correo se demoró y si fuera poco la primera vez no me dejo bajar las imágenes.
Yo contra la tecnología, un duelo mano a mano.Próximamente…
Pero bueno, aquí está.
Cabe resaltar que las mujeres (o las que participaron en este tag) son mejores adornando la hoja y tienen bonita letra.
¡Qué vergüenza!, creo que les va hacer largo entender el texto.
Me gusta escribir en mis cuadernos, y si pudiera les mostraría algunas fotos de mis apuntes. Suelen decirme que tengo los mejores apuntes, escribo las fechas y todo va por guías, pero si vieran como escribo mis cuentos… se les haría más incomprensible.
Gracias por pasar, y hasta la próxima.
Literatura, anime, terror, videojuegos y mucho más